Varias personas murieron este martes y al menos una docena resultaron heridas cuando un potente tornado arrasó una pequeña localidad de Iowa, donde dejó un paisaje desolador de casas y negocios destruidos, árboles destrozados, coches aplastados y escombros esparcidos por todas partes.
El tornado destruyó gran parte de Greenfield, una localidad de unos 2,000 habitantes situada a unas 55 millas (88.5 kilómetros) al suroeste de Des Moines, durante una jornada en la que se registraron múltiples tornados, granizos gigantes y lluvias torrenciales en varios estados.