El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró este viernes su intención de eliminar el cambio de hora, un tema que sigue siendo objeto de debate en el país debido a las dudas sobre su efectividad y los beneficios que realmente aporta. El cambio de hora, implementado en varios países para aprovechar al máximo la luz solar durante los meses de verano, obliga a ajustar los relojes dos veces al año: una hora adelante el segundo domingo de marzo y una hora atrás el primer domingo de noviembre.
Trump calificó la práctica como “inconveniente y costosa” para la nación, argumentando que la medida genera trastornos para los ciudadanos y tiene un impacto económico negativo. En este sentido, el presidente electo ha expresado su deseo de abolir el horario de verano, aunque para ello sería necesario contar con la aprobación del Congreso de los Estados Unidos.
En la actualidad, hay dos estados que no aplican el cambio de hora: Hawái y Arizona. Ambos optaron por no seguir el horario de verano debido a las características geográficas y climáticas que hacen que el ajuste no sea tan beneficioso para sus poblaciones.
El tema del horario de verano también ha sido tratado en el Congreso en los últimos años. En 2022, el Senado aprobó una propuesta del senador republicano Marco Rubio que planteaba la adopción permanente del horario de verano en todo el país, con el objetivo de eliminar el cambio de hora en noviembre. Sin embargo, esa iniciativa no prosperó en la Cámara de Representantes y no se concretó.
El debate sobre el cambio de hora continúa siendo relevante en Estados Unidos, donde una parte de la población aboga por su eliminación, mientras que otros defienden la práctica debido a los posibles beneficios para la salud pública y la economía.
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