El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció su postura sobre la Franja de Gaza al proponer que su país asuma el control del enclave palestino y que sus habitantes sean trasladados a “parcelas” de tierra en Jordania y Egipto.
“Vamos a tenerlo, vamos a mantenerlo y vamos a asegurarnos de que haya paz, que no haya problemas, que nadie lo cuestione y que lo administraremos correctamente”, afirmó Trump en la Casa Blanca al inicio de una reunión con el rey de Jordania, Abdalá II.
El mandatario estadounidense insistió en su intención de promover un ambicioso plan de desarrollo económico en Gaza, que incluiría la construcción de hoteles, edificios de oficinas y viviendas. No obstante, señaló que la permanencia de los palestinos en la Franja no sería viable a largo plazo.
“Creo que tendremos una parcela en Jordania, creo que tendremos una parcela en Egipto y quizá en algún otro lugar. Pero creo que, cuando terminemos nuestras conversaciones, tendremos un lugar donde vivirán muy felices y muy seguros”, aseguró Trump, al tiempo que sugirió que los gazatíes solo desean permanecer en la Franja porque “no conocen otra cosa” y “nunca han tenido una alternativa”.
La propuesta de desplazamiento forzado de la población gazatí ha generado un fuerte rechazo en el mundo árabe y entre organismos internacionales, que consideran esta iniciativa una violación del derecho internacional y una amenaza a la estabilidad regional.
Por su parte, el rey Abdalá II anunció que Jordania acogerá a 2 mil niños enfermos de la Franja de Gaza, tras las presiones de Trump para que el país árabe reciba refugiados palestinos.
Este plan, que se suma a otras medidas polémicas de la administración Trump en el conflicto israelí-palestino, podría generar una nueva crisis diplomática en Medio Oriente.
