En un discurso polémico en Carolina del Norte, el expresidente y candidato republicano, Donald Trump, anunció este martes su intención de solicitar la pena de muerte para migrantes convictos por asesinar a estadounidenses, intensificando su retórica antiinmigrante en un estado clave para las próximas elecciones.
Durante su cuarta visita en dos días a este estado, donde las encuestas muestran una competencia reñida con la vicepresidenta Kamala Harris, Trump también criticó la respuesta del Gobierno federal al huracán Helene, que dejó más de 230 muertos en Carolina del Norte. Sin embargo, su enfoque principal fue la inmigración, un tema que él considera prioritario para los votantes, a pesar de que recientes encuestas de Gallup indican que la economía es la principal preocupación de los electores.
Trump repitió sus promesas de deportaciones masivas y un castigo de 10 años para quienes regresen tras ser expulsados. Además, arremetió contra Harris, acusándola de mantener “fronteras abiertas”, a pesar de las medidas restrictivas implementadas por la administración Biden, que han reducido los arrestos en la frontera.
Mientras tanto, el expresidente presumió del apoyo de la Patrulla Fronteriza en medio de su discurso, apelando a las preocupaciones sobre la seguridad y el tráfico de drogas. Su retórica, aunque polarizante, sigue resonando entre sus seguidores, mientras se prepara para una campaña que promete ser una de las más intensas en la historia reciente.