La administración del presidente Donald Trump ha iniciado el despido de cientos de empleados de la Administración Federal de Aviación (FAA), lo que ha generado inquietud en el sector aeronáutico en un fin de semana de intenso tráfico aéreo y tras un reciente accidente fatal en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington.
David Spero, presidente del sindicato Professional Aviation Safety Specialists, informó que los despidos comenzaron el viernes por la noche, cuando empleados en período de prueba recibieron correos electrónicos notificándoles su cese inmediato. Entre los afectados se encuentran trabajadores encargados del mantenimiento de radares, sistemas de aterrizaje y ayuda a la navegación, funciones esenciales para la seguridad operativa de la aviación en el país.
La Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo expresó en un comunicado su preocupación sobre cómo estas medidas podrían afectar la seguridad de la aviación y la operatividad del sistema nacional del espacio aéreo.
Spero detalló que los correos de despido fueron enviados desde una dirección de Microsoft con el asunto “orden ejecutiva”, sin provenir directamente de una dirección gubernamental. Además, aseguró que las destituciones no respondieron a problemas de desempeño o conducta, lo que ha generado incertidumbre entre los trabajadores del sector.
La FAA ya enfrenta una crisis de personal, con una notable escasez de controladores aéreos debido a factores como salarios poco competitivos, turnos prolongados, formación rigurosa y jubilaciones obligatorias. Autoridades federales han advertido sobre la sobrecarga del sistema de control de tráfico aéreo y los riesgos de incidentes en aeropuertos estadounidenses.
Este contexto se agrava tras el accidente del 29 de enero, en el que un helicóptero Black Hawk del ejército estadounidense colisionó con un avión de pasajeros de American Airlines. El incidente, que aún se encuentra bajo investigación, ha resaltado las preocupaciones sobre la carga de trabajo de los controladores, quienes deben gestionar tanto el tráfico de aeronaves comerciales como militares en aeropuertos concurridos.
Los despidos han generado alarma en la industria aeronáutica, y se espera que más empleados sean notificados o se les impida el acceso a las instalaciones de la FAA en los próximos días. Mientras tanto, sindicatos y expertos en seguridad aérea continúan evaluando el impacto de estas decisiones en la estabilidad del sistema de aviación estadounidense.
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