Washington, D.C., 28 de abril de 2025 – A tan solo 100 días de haber regresado a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ha sido duramente criticado por implementar políticas económicas que, según expertos y analistas, están llevando a Estados Unidos al borde de una crisis. Las medidas arancelarias impulsadas por Trump, que buscan reformar el comercio global y revitalizar la economía estadounidense, han generado incertidumbre en los mercados, pérdidas billonarias en la bolsa y un desplome en la confianza de los consumidores.
Trump asumió el cargo en enero de 2025 con la promesa de hacer que Estados Unidos volviera a ser asequible, capitalizando la nostalgia por la economía de su primer mandato antes de la pandemia. Sin embargo, sus decisiones –como la imposición de aranceles masivos a países como China y otras naciones– han sido señaladas como responsables de un posible aumento en los precios, escasez de productos y el riesgo de una recesión. Según el Fondo Monetario Internacional, las previsiones de crecimiento de EE.UU. han sido recortadas, mientras que la Reserva Federal reporta que algunas empresas han detenido la contratación de personal. Incluso el CEO de Walmart advirtió que las políticas de Trump podrían paralizar la cadena de suministro para el verano.
Los mercados financieros han reaccionado con nerviosismo: billones de dólares se han evaporado de las bolsas, y el Índice de Miedo y Codicia de CNN ha registrado “miedo extremo” durante el último mes. La confianza del consumidor, un indicador clave, se encuentra en su cuarto nivel más bajo desde 1952, reflejando la creciente preocupación de los estadounidenses. Aerolíneas han recortado vuelos, minoristas han dejado de vender productos fabricados en China debido a los aranceles, y las pequeñas empresas enfrentan un panorama caótico.
Una apuesta arriesgada con aranceles
Trump ha defendido su estrategia como una “declaración de independencia económica”, argumentando que los aranceles –que calificó de “hermosos”– obligarán a los países extranjeros a abrir sus mercados a productos estadounidenses y a devolver empleos a regiones industrializadas afectadas por la globalización. Sin embargo, su enfoque ha sido calificado de errático, con imposiciones, suspensiones y ajustes arbitrarios que han generado incertidumbre. Por ejemplo, tras anunciar aranceles recíprocos el 2 de abril, los suspendió por 90 días ante la reacción negativa de los mercados de bonos, que mostraban una pérdida de fe en la economía estadounidense.
El presidente también ha intensificado un enfrentamiento con China, aplicando un arancel del 145% que ha paralizado el comercio entre ambas potencias. Aunque Trump asegura haber cerrado 200 acuerdos comerciales y estar en conversaciones con Pekín, China niega cualquier contacto y no muestra señales de ceder. Esta guerra económica, según analistas, tiene implicaciones geopolíticas que trascienden el ámbito comercial, afectando las relaciones con aliados y la posición de EE.UU. como líder mundial.
Caída en la popularidad y cuestionamientos a su liderazgo
La popularidad de Trump ha sufrido un duro golpe. Una encuesta de CNN/SSRS revela que su índice de aprobación ha caído al 41%, el peor registro para un presidente en sus primeros 100 días en 70 años. Solo el 35% de los estadounidenses aprueba su manejo de la inflación y los aranceles, mientras que su aprobación en temas económicos se sitúa en un mínimo histórico del 39%. Esta percepción negativa contrasta con las expectativas de los votantes, quienes esperaban un alivio económico tras su victoria en noviembre de 2024.
Miembros de su administración, como la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, han defendido las políticas de Trump, argumentando que su enfoque de “incertidumbre estratégica” obligará a otros países a negociar acuerdos favorables para EE.UU. Sin embargo, hasta ahora no se han materializado los grandes acuerdos comerciales prometidos con países como Japón, Corea del Sur o la Unión Europea, y los expertos dudan que estas negociaciones, que suelen tomar años, puedan cumplir las expectativas de una revolución comercial.
Impacto en los consumidores y advertencias de expertos
A pesar de las promesas de Trump de bajar los precios, sus políticas arancelarias probablemente resulten en un aumento significativo de los costos para los consumidores, lo que expertos han calificado como un “aumento masivo de impuestos”. Trump ha sugerido que compensará esto con un proyecto de ley de reducción de impuestos, pero su avance en el Congreso ha sido lento. Además, sus declaraciones sobre fijar personalmente los precios de los bienes –“Somos una tienda departamental y nosotros fijamos los precios”, dijo a la revista Time– han generado alarmas sobre un posible caos económico y corrupción.
El multimillonario inversor Ken Griffin advirtió en la Cumbre de Economía Mundial Semafor que las acciones de Trump están erosionando la imagen de Estados Unidos como un refugio financiero seguro. “Estados Unidos era más que una nación, era una marca, una aspiración para el mundo. Ahora estamos erosionando esa marca”, señaló. Si las políticas de Trump no logran los resultados esperados y conducen a una recesión, su responsabilidad será inescapable, ya que se ha convertido en el principal rostro de esta arriesgada apuesta económica.
Imágen cortesía: CNN