En un movimiento que destaca la importancia que Donald Trump le da a la seguridad y la inmigración, el presidente electo ha decidido nombrar a Kristi Noem, actual gobernadora de Dakota del Sur, como su próxima secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Según fuentes familiarizadas con la selección, la elección de Noem se produce en un momento crucial para Trump, quien busca garantizar que su agenda en materia de inmigración y seguridad fronteriza se cumpla de manera estricta y efectiva.
La llegada de Noem al DHS vendrá acompañada de figuras clave conocidas por su postura de línea dura en materia de inmigración. Stephen Miller, arquitecto de las políticas de inmigración de la administración Trump, y Tom Homan, exdirector en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), están programados para ocupar roles estratégicos en el equipo de seguridad de Trump. Esto apunta a una administración que planea medidas contundentes en un tema que definió gran parte del primer mandato de Trump.
El Departamento de Seguridad Nacional es una de las agencias más vastas y complejas del gobierno estadounidense. Con un presupuesto anual de 60 mil millones de dólares y cientos de miles de empleados, el DHS supervisa agencias vitales como Aduanas y Protección Fronteriza, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), y el Servicio Secreto de Estados Unidos. En el primer período de Trump, el departamento sufrió una gestión caótica con cinco líderes diferentes, de los cuales solo dos fueron confirmados por el Senado, lo que generó tensiones y dificultades administrativas.
La elección de Noem se da en un contexto donde su relación con Trump ha tenido altibajos. Noem, quien fue considerada como una posible compañera de fórmula de Trump en la campaña presidencial, enfrentó críticas tras la publicación de su libro “No Going Back: The Truth on What’s Wrong with Politics and How We Move America Forward”. En el libro, Noem compartió una anécdota controversial sobre haber matado a su perro de caza, Cricket, cuando el animal no cumplía con los estándares de entrenamiento que esperaba. “El perro era imposible de entrenar”, escribió Noem, explicando que quería demostrar su disposición a tomar decisiones difíciles cuando es necesario. El incidente provocó una reacción polarizada, pero su habilidad para enfrentar la crítica también ha sido vista como una muestra de su firmeza.
Con su lealtad y experiencia política, Noem ahora enfrentará la tarea de liderar una de las agencias más críticas y, a menudo, complicadas del gobierno estadounidense, en un momento en el que la seguridad nacional y la inmigración prometen ser temas dominantes en la agenda de la administración Trump.
Imágen cortesía: CNN