El miércoles, el ex presidente Donald Trump afirmó en una entrevista con la estación de radio WABC de Nueva York que los migrantes que atraviesan la frontera entre Estados Unidos y México traen consigo enfermedades contagiosas, comparándolos con terroristas y sugiriendo que están exacerbando problemas de salud pública como la tuberculosis, temas que, según él, han sido descuidados durante años en el país.
Estas afirmaciones no son nuevas en su discurso. En septiembre, durante una entrevista con The National Pulse, Trump declaró que los inmigrantes ilegales estaban “envenenando la sangre” de Estados Unidos. Repitió esta idea en diciembre durante un mitin en New Hampshire, expresando su preocupación por las enfermedades que, según él, traen consigo los migrantes.
En la entrevista del miércoles, Trump también alegó que los migrantes que cruzan la frontera hablan idiomas desconocidos, insinuando una sensación de amenaza cultural.
Además, durante la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle, Trump sugirió que si estuviera al mando de un país sudamericano, enviaría criminales y prisioneros a Estados Unidos. Esta declaración refleja su postura enérgica sobre la inmigración y la seguridad fronteriza.