La amenaza de deportaciones masivas, que en agosto fue anunciada por el entonces candidato vicepresidencial republicano JD Vance, ha dejado de ser una simple promesa de campaña. Ahora, tras la victoria de Donald Trump en las urnas y el nombramiento de Tom Homan como nuevo zar de la frontera, esta advertencia cobra fuerza. Muchos se preguntan quiénes estarán en la mira del nuevo gobierno que asumirá el 20 de enero de 2025.
Las Prioridades de Deportación en el Primer Gobierno de Trump
Durante su primer mandato, Trump estableció claras prioridades de deportación, las cuales podrían ser reinstaladas a partir de 2025. Las políticas eran implacables y ampliaban la lista de personas susceptibles de ser deportadas, incluso aquellas sin antecedentes criminales graves. Estas fueron las categorías de inmigrantes más afectadas:
Inmigrantes condenados por cualquier delito: No importaba la gravedad del crimen; la condena era suficiente para justificar la deportación.
Inmigrantes acusados de delitos pendientes: Aquellos enfrentando cargos criminales sin resolver también eran blanco de las políticas de deportación.
Delitos penales imputables: Personas que cometieran crímenes procesables, incluso delitos menores, podían ser deportadas bajo esta categoría.
Fraude o tergiversación en trámites migratorios: Aquellos que mintieran o engañaran a las autoridades migratorias o en la solicitud de beneficios públicos.
Abuso de beneficios públicos: Inmigrantes que hicieran un uso indebido de programas de asistencia social.
Inmigrantes con orden final de deportación no cumplida: Aquellos que ya enfrentaban una orden de salida del país pero no habían dejado EE. UU.
“Riesgo para la seguridad pública o nacional”: Esta categoría fue una de las más amplias y vagas, permitiendo que cualquier inmigrante pudiera ser considerado una amenaza, incluso sin cargos penales.
Tom Homan y el Enfoque de “Seguridad Nacional”
En una reciente entrevista, Tom Homan, exdirector de ICE y uno de los principales responsables de la política migratoria bajo Trump, aclaró que las deportaciones se centrarán en “amenazas a la seguridad pública y nacional”. Sin embargo, esta definición amplia de “riesgo para la seguridad” podría incluir a miles de inmigrantes que no han cometido crímenes violentos, pero que aún podrían ser vistos como amenazas, sin importar su historial legal.
¿Qué Significa para las Comunidades Inmigrantes?
El regreso de estas políticas tendría un impacto devastador en las comunidades inmigrantes, especialmente aquellas con familias mixtas, donde conviven ciudadanos estadounidenses y personas sin estatus legal. Las deportaciones masivas no solo afectarían a los inmigrantes con antecedentes penales, sino que podrían extenderse a aquellos sin delitos graves o que están en medio de procedimientos legales.
Bajo un gobierno de Trump en 2025, las redadas en el lugar de trabajo y las detenciones en barrios con alta concentración de inmigrantes podrían convertirse en una realidad cotidiana. Las autoridades migratorias tendrían la capacidad de deportar a miles de personas basándose en interpretaciones vagas de “seguridad pública”, alimentando un clima de miedo en comunidades enteras.
Conclusión: Un Futuro Incierto y Amenazante
Con la promesa de deportaciones masivas en el horizonte, el panorama migratorio de EE. UU. podría verse marcado por un endurecimiento de las políticas de inmigración. Aquellos que estén en el país sin papeles, aunque no tengan antecedentes penales, podrían encontrarse en la línea de fuego, bajo una administración que sigue apostando por un enfoque punitivo y de “seguridad nacional”. Las comunidades inmigrantes temen lo peor: un regreso a las políticas más severas de la era Trump, con consecuencias devastadoras para miles de familias en todo el país.
Imágen cortesía: France 24