En medio de una escalada de violencia en Líbano, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha enfriado las posibilidades de un alto el fuego tras intensos bombardeos dirigidos contra el grupo chií Hizbulá. Desde el inicio de los ataques, más de 600 personas han perdido la vida y miles han resultado heridas en el país vecino.
La oficina del primer ministro israelí desmintió rumores sobre una tregua, indicando que Netanyahu no respondió a una propuesta de alto el fuego de 21 días impulsada por Francia y Estados Unidos. En un video compartido tras su llegada a Nueva York para la Asamblea General de la ONU, Netanyahu reafirmó la intención de Israel de continuar la ofensiva, asegurando que no cesarán hasta alcanzar sus objetivos.
El rechazo a la propuesta de alto el fuego fue contundente entre los miembros más radicales del gobierno. Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, argumentó en redes sociales que un alto el fuego permitiría a Hizbulá reorganizarse, mientras que Orit Struck, ministra de Asentamientos, declaró que no hay un “mandato moral” para una tregua, ni siquiera de corta duración.
Por otro lado, el líder de la oposición, Yair Lapid, instó a aceptar la propuesta internacional, pero sugirió un periodo más corto de siete días para evitar que Hizbulá restableciera su capacidad operativa.
Mientras las discusiones continúan en la ONU, Israel ha llevado a cabo un nuevo ataque aéreo en Beirut, que se suma a una serie de bombardeos en la región. El Ejército israelí reportó la muerte de Muhamad Hosein Sarur, comandante de la unidad aérea de Hizbulá, en un ataque en el sur de la capital libanesa. Este último ataque provocó la muerte de al menos dos personas y dejó a otras 15 heridas, incluyendo una mujer en estado crítico.
Desde el inicio de la ofensiva, el número de muertos en Líbano ha superado los 600, y se estima que más de 90,000 personas han sido desplazadas. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha autorizado nuevas operaciones militares, enfatizando la intención de eliminar a los líderes de Hizbulá y desmantelar su infraestructura ofensiva.
Hizbulá, respaldado por Irán, ha reiterado su disposición a detener el lanzamiento de misiles contra Israel, condicionándolo a un alto el fuego en Gaza, donde la situación humanitaria es crítica y el número de víctimas supera las 41,500.
La complejidad del conflicto se intensifica en un contexto regional ya tenso, mientras las potencias internacionales intentan mediar en la situación.
Foto cortesía: La Sexta