En un operativo de seguridad de escala histórica, Italia se prepara para despedir al papa Francisco con un despliegue militar y policial sin precedentes. El funeral, programado para este sábado 26 de abril en la plaza de San Pedro, movilizará a miles de efectivos, equipos antidrones, aviones de combate y un destructor naval frente a las costas de Fiumicino, donde se ubica el principal aeropuerto de la capital.
Según fuentes oficiales, las Fuerzas Armadas italianas han activado un sofisticado sistema de defensa aérea para detectar y neutralizar cualquier amenaza no tripulada en el espacio aéreo romano. Esta medida será complementada por cazas Eurofighter que patrullarán los cielos durante las exequias, mientras que en el mar, un moderno destructor de la Marina custodiará la zona costera cercana al aeropuerto internacional.
El dispositivo incluye además unos 4,000 policías desplegados en puntos clave de la ciudad, francotiradores, unidades caninas, expertos en detección de explosivos, y una zona de exclusión aérea estrictamente controlada. Aeropuertos y estaciones de tren estarán bajo estricta vigilancia con controles reforzados.
El motivo de esta imponente estrategia de seguridad es la llegada de cerca de 130 delegaciones oficiales, entre ellas medio centenar de jefes de Estado o de Gobierno y una decena de monarcas. Entre los asistentes confirmados figuran el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el mandatario argentino, Javier Milei; el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva; el francés Emmanuel Macron; y el ucraniano Volodímir Zelenski. También estará presente Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
La Santa Sede confirmó que tras la ceremonia en San Pedro, los restos del pontífice argentino serán trasladados a la basílica de Santa María La Mayor, donde descansarán de forma definitiva.
La muerte de Francisco, ocurrida el lunes 21 de abril a los 88 años, ha conmocionado al mundo católico y a la comunidad internacional. Su funeral no solo marcará el fin de una era en la Iglesia, sino también uno de los eventos diplomáticos más relevantes del año en suelo europeo.
