Mientras el mundo católico guarda luto por la muerte del papa Francisco y el Vaticano se alista para el cónclave que elegirá a su sucesor, la inteligencia artificial ya perfila a un posible nuevo líder: el cardenal Robert Sarah.
Según diversas herramientas de predicción basadas en IA, consultadas por medios internacionales, el purpurado originario de Guinea encabeza las probabilidades para convertirse en el próximo pontífice. Su nombre resalta no sólo por trayectoria, sino también por su firme adhesión a la doctrina tradicional de la Iglesia.
Sarah, de 79 años, es una figura emblemática del ala conservadora. Ha abogado por un regreso al “sentido profundo de adoración” y ha cuestionado públicamente decisiones recientes del Vaticano, como la bendición de parejas del mismo sexo, medida que fue autorizada por el papa Francisco. “Las uniones homosexuales no son legítimas ni conformes a la naturaleza creada por Dios”, expresó en una de sus intervenciones más controversiales.
A lo largo de su carrera, también se ha pronunciado contra las dictaduras en África, mostrando un compromiso firme con los derechos humanos desde una visión cristiana conservadora.
Sin embargo, la edad podría jugar en su contra. Sarah se encuentra al límite para ser considerado papable, ya que los cardenales pierden el derecho a voto y elegibilidad al cumplir 80 años.
El fallecimiento del papa Francisco fue anunciado este lunes por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrel, en un emotivo mensaje grabado en la capilla de la Casa Santa Marta, lugar donde el pontífice pasó sus últimos días. “El obispo de Roma ha vuelto a la casa del Padre”, dijo Farrel, acompañado por el secretario de Estado, Pietro Parolin, y el arzobispo Edgar Peña Parra.
Ahora, mientras la Iglesia se prepara para una de sus decisiones más trascendentales, la posibilidad de que un cardenal africano ocupe el trono de San Pedro reabre el debate sobre el rumbo doctrinal del Vaticano en una época de profundos desafíos espirituales y sociales.