El presidente Andrés Manuel López Obrador ha declinado la posibilidad de reunirse con los estudiantes de Ayotzinapa que, esta mañana, derribaron una de las puertas de Palacio Nacional en un intento por ingresar al recinto, argumentando que su única intención parece ser la provocación.
En respuesta, el mandatario mexicano ha asegurado que será el subsecretario de Gobernación quien los recibirá.
“El subsecretario de Gobernación los atenderá. Estoy supervisando personalmente este asunto porque mi prioridad es encontrar a los jóvenes. Sin embargo, la actitud mostrada, no por los padres, sino por ciertos asesores y organizaciones que dicen defender los derechos humanos, es puramente política y busca confrontar y provocar, algo que nosotros no buscamos en absoluto”, comentó el presidente durante su conferencia matutina del viernes.
El presidente López Obrador afirmó que su gobierno está comprometido con las investigaciones para encontrar a los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, pero sugiere que las acciones de protesta están siendo manipuladas.
“Quiero decirles a los padres que estamos avanzando en las investigaciones, pero están siendo manipulados por el grupo liderado por Álvarez Icaza, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, así como grupos conservadores de derecha apoyados por intereses extranjeros que buscan dañarnos”, detalló AMLO.
Finalmente, el presidente aseguró que atenderá a los padres de los desaparecidos en un plazo de 15 a 20 días, pero requiere más evidencia “para poder hablar con ellos y tener pruebas de cómo se manipuló la investigación para proteger a ciertas personas, incluyendo abogados y presuntos defensores de derechos humanos, quienes están vinculados con Álvarez Icaza y la OEA. Su objetivo no es revelar la verdad ni hacer justicia, sino utilizar este caso como una bandera en su contra”.
Los normalistas arrojaron petardos contra la entrada de Palacio Nacional en la calle Moneda y colocaron objetos para forzar la apertura de la puerta, lo que lograron al impactar una camioneta de la CFE.
Una vez dentro, los manifestantes fueron dispersados por la Policía Militar, que colocó barreras para proteger el Salón Tesorería donde se realiza la conferencia matutina del presidente López Obrador. Posteriormente, llegaron policías capitalinos para desalojar a los normalistas de la sede del Ejecutivo.
