En un clima de creciente tensión migratoria, este domingo se reportaron múltiples operativos llevados a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en varias ciudades de Estados Unidos. Estas acciones, que tuvieron lugar menos de una semana después de la toma de posesión del presidente Donald Trump, forman parte de una nueva y amplia ofensiva contra los inmigrantes indocumentados, lo que ha generado temor y desasosiego en comunidades de todo el país.
Los operativos se llevaron a cabo en zonas clave como Chicago, Atlanta, Los Ángeles, Austin (Texas), Colorado y Puerto Rico. Según cifras proporcionadas por el ICE, estas redadas resultaron en 956 arrestos y 554 detenciones solo el domingo, destacándose como uno de los mayores despliegues recientes contra la población migrante.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos y abogados especializados han manifestado su preocupación por el impacto de estas medidas en las familias migrantes. “No sé qué vaya a pasar con mi hermano”, declaró una mujer que prefirió permanecer en el anonimato, visiblemente afectada por la detención de un familiar durante uno de estos operativos en Chicago.
El término “operaciones dirigidas mejoradas” utilizado por el ICE ha sido criticado por activistas, quienes aseguran que las acciones están sembrando miedo generalizado, incluso entre quienes no son objetivo prioritario de estas redadas. Familias completas han evitado salir de sus hogares, mientras que iglesias y centros comunitarios han comenzado a organizarse para brindar refugio y apoyo a los afectados.
La administración Trump ha defendido estas medidas como parte de su compromiso de reforzar las leyes migratorias del país, señalando que los operativos están dirigidos a individuos con antecedentes criminales o con órdenes previas de deportación. Sin embargo, organizaciones civiles advierten que muchas de las personas detenidas no cumplen con este perfil, y han instado a revisar la forma en que se están llevando a cabo las redadas.
El clima de incertidumbre y temor sigue creciendo en las comunidades migrantes de todo el país, mientras grupos de derechos humanos hacen un llamado a la acción para garantizar que los procesos legales de los detenidos sean respetados. Por ahora, miles de familias siguen preguntándose qué les depara el futuro en un contexto de creciente endurecimiento de las políticas migratorias.
Imágen cortesía: Los Ángeles Times