El Reino Unido ha realizado pruebas exitosas con un láser denominado “Dragon Fire”, valuado en 140 millones de libras (177 millones de dólares). El gobierno británico ha anunciado que se llevó a cabo una prueba de alcance remoto en el campo de tiro de las Hébridas del Ministerio de Defensa, destacando que esta arma de línea de visión es capaz de atacar cualquier objetivo visible.
Según la información oficial, cada disparo de “Dragon Fire” tiene un costo de apenas 10 libras, y activarlo durante 10 segundos equivale al gasto de utilizar un calentador convencional por una hora. Esta característica sugiere que el láser podría ser una alternativa de bajo costo a largo plazo para ciertas tareas actualmente realizadas por misiles.
El diseño de “Dragon Fire” está destinado a derribar misiles, aviones, drones e incluso satélites con una precisión milimétrica. Se subraya que el desarrollo de esta tecnología ha experimentado un retraso de cinco años y ha implicado un gasto superior a los 140 millones de libras esterlinas.
Altos mandos militares expresan la esperanza de que este láser pueda sustituir a costosos misiles como el sistema Sea Viper de la Royal Navy, utilizado contra drones y cohetes rebeldes hutíes en el mar Rojo. La capacidad del “intenso rayo de luz” de penetrar objetivos y hacer estallar ojivas de misiles es destacada como una característica significativa.
El Ministerio de Defensa británico describe al láser como un “arma de energía dirigida por láser que ataca objetivos a la velocidad de la luz, utilizando un intenso rayo de energía para cortar objetos y provocar fallas estructurales”. La primera prueba del cañón láser se llevó a cabo en noviembre de 2022, cuando se disparó contra un dron a una distancia de más de dos millas (3.21869 kilómetros). Este reciente éxito en las pruebas sugiere que los planes para emplear este láser en situaciones de combate podrían acelerarse para hacer frente a las crecientes amenazas.
