Las propuestas A y B de McAllen, impulsadas principalmente por la organización Ground Game Texas, buscan realizar cambios significativos en la forma en que se manejan las finanzas de campaña y el poder de participación ciudadana en la ciudad.
Propuesta A, conocida como el “McAllen Anti-Corruption Act”, establecería límites más estrictos para las contribuciones a campañas electorales locales, bajando los límites actuales de $5,000 para candidatos a comisionados y $10,000 para candidatos a la alcaldía, a un máximo de $500 por persona o grupo en cada ciclo electoral. La propuesta pretende reducir la influencia de grandes donantes en las elecciones locales, promoviendo una mayor transparencia.
Propuesta B, llamada el “McAllen Direct Democracy Act”, permitiría a los residentes de McAllen ejercer un papel más activo en el gobierno municipal a través de iniciativas ciudadanas, referendos y la posibilidad de realizar peticiones de destitución de funcionarios locales, como el alcalde o los comisionados, mediante el proceso de recolección de firmas. Esta medida brinda a los votantes el poder de proponer ordenanzas y decidir sobre leyes aprobadas, incluso destituir a autoridades si una cantidad suficiente de ciudadanos lo solicita.
Estas propuestas han generado un debate significativo en McAllen. Mientras algunos ven en estas medidas una forma de empoderar a los votantes y fomentar la transparencia, el alcalde Javier Villalobos ha expresado su preocupación de que podrían limitar la capacidad de recaudar fondos para campañas, afectando la eficacia de las elecciones locales y su financiamiento.