El Departamento de Salud de Luisiana ha confirmado que un paciente mayor de 65 años se ha convertido en la primera persona en Estados Unidos en fallecer a causa de la gripe aviar, tras haber estado en contacto con aves de corral y silvestres. El paciente, que sufría de afecciones médicas subyacentes, murió a raíz de la infección, aunque las autoridades aclararon que no se ha registrado transmisión del virus entre personas.
Este deceso ha llamado la atención, dado que, según las autoridades, el riesgo general para la salud pública sigue siendo bajo. No obstante, la situación subraya los peligros a los que están expuestas las personas que tienen contacto directo con aves, especialmente aquellas que trabajan en granjas avícolas, ganaderas o en actividades recreativas con estos animales.
El Departamento de Salud de Luisiana destacó que, aunque el contagio entre humanos no se ha identificado, el caso resalta la importancia de la vigilancia continua. Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalaron a finales de diciembre que el virus había mutado en este paciente, lo que aumentaba las preocupaciones sobre su posible transmisión entre personas.
Este hecho subraya la necesidad de un monitoreo constante, ya que las mutaciones en el virus podrían hacer que este se vuelva más transmisible, lo que sería una amenaza mayor si ocurriera en fases tempranas de la infección o en animales, facilitando así su propagación.
Hasta diciembre de 2024, los CDC habían confirmado al menos 65 contagios humanos de gripe aviar en Estados Unidos, con más de la mitad de los casos reportados en California. Entre los infectados, se encontraba el primer niño contagiado en el país por esta cepa.
Aunque las autoridades insisten en que la propagación del virus entre humanos es extremadamente rara, hacen un llamado a los trabajadores del sector avícola y a quienes tienen contacto con aves a seguir estrictas medidas de prevención.
