El Gran Premio de Las Vegas tuvo un comienzo desafortunado, ya que la primera sesión de práctica fue cancelada, generando incertidumbre en la Fórmula 1 para el resto del fin de semana.
Mientras los pilotos se disponían a estrenar el circuito urbano en la Ciudad del Pecado, un incidente con una alcantarilla abierta provocó que el monoplaza de Carlos Sainz se apagara. Como resultado, los comisarios tomaron la decisión de ondear banderas rojas para realizar una exhaustiva revisión de la pista.
El automóvil del piloto chino Guanyu Zhou también se vio afectado por los problemas en las calles de Las Vegas, aunque no se informaron daños significativos en el Alfa Romeo ni en el Ferrari de Sainz.
No obstante, informes desde Nevada señalan que el auto Alpine de Esteban Ocon sufrió daños en el chasis debido a la alcantarilla fuera de lugar.
Las complicaciones en Las Vegas han representado un desafío para la F1, ya que diversos problemas han rodeado el regreso del campeonato a la ciudad. Entre estos, se destaca la controversia en torno a la propia pista, la cual ha sido objeto de críticas debido a las bajas temperaturas pronosticadas para el fin de semana.