La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó su preocupación por la propagación de la variante H5N1 del virus de la gripe aviar a especies más allá de las aves, incluyendo mamíferos y humanos, destacando la importancia de vigilar de cerca esta evolución.
Aunque actualmente no hay evidencia de transmisión del virus entre personas, esta posibilidad inquieta a la comunidad científica. Sin embargo, se ha confirmado que el H5N1 tiene una alta tasa de mortalidad entre las personas infectadas por contacto cercano con aves contaminadas.
Recientemente, la OMS reportó un caso humano de gripe aviar H5N1 en Texas, Estados Unidos, donde un hombre se infectó a través de vacas presuntamente contaminadas, aunque presentó síntomas leves. Este fue el segundo caso humano registrado en EE.UU. y el cuarto en el continente americano, con el caso más reciente anterior en Chile en marzo de 2023.
Este caso en Texas fue el primero donde se sospechó que la persona fue infectada por un mamífero, ya que los casos anteriores de infección por mamíferos correspondían a otros subtipos de gripe aviar.
En la Antártida, se encontraron aves muertas infectadas con la variante H5N1, lo que generó preocupación entre los grupos dedicados a la conservación y al medio ambiente.
Hasta el 1 de abril, se han registrado en todo el mundo un total de 889 casos y 463 muertes por la gripe aviar H5N1, con una tasa de mortalidad del 52%.
Frente a esta situación, es crucial determinar cuántas infecciones humanas con el virus H5N1 podrían estar pasando desapercibidas, ya que esto representa el mayor riesgo de mutación del virus. Las mutaciones son siempre motivo de preocupación, ya que podrían facilitar la transmisión entre humanos.