Groenlandia, 24 de marzo de 2025 – Una reciente visita a Groenlandia de la segunda dama de Estados Unidos, Usha Vance, y el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, ha provocado una fuerte reacción del primer ministro groenlandés, Mute B. Egede, quien calificó el acto como una “injerencia extranjera” y una acción “altamente agresiva”.
Egede expresó su indignación en un comunicado oficial, advirtiendo que la soberanía de Groenlandia no puede ser puesta en duda: “Nuestra integridad y democracia deben ser respetadas sin interferencia extranjera”. Sus palabras responden al contexto de creciente tensión con Washington, donde el presidente Donald Trump ha insistido en su intención de que Estados Unidos llegue a controlar la isla, argumentando razones estratégicas de seguridad nacional.
La presencia de Mike Waltz, una figura clave en la seguridad estadounidense, ha despertado aún más sospechas. “¿Qué hace el consejero de seguridad nacional en Groenlandia?”, cuestionó Egede. “Su mera presencia sin duda alimentará la creencia estadounidense en la misión de Trump, y la presión aumentará”.
La controversia no es nueva. Desde su primera presidencia, Trump ha insistido en la idea de anexar Groenlandia, una postura que ha generado rechazo tanto en Dinamarca como en la propia isla. Aunque Washington ha negado cualquier intención militar inmediata, el hecho de que la visita de Usha Vance ocurra en medio de esta retórica ha elevado la tensión diplomática.
El gobierno danés no ha emitido aún una declaración oficial, pero se espera que esta visita agrave la ya frágil relación entre Groenlandia y Estados Unidos. Mientras tanto, Egede ha reiterado su posición: Groenlandia seguirá siendo un territorio autónomo y no permitirá presiones extranjeras que busquen modificar su estatus político.
Imágen cortesía: Heraldo de Aragon