Washington, D.C., viernes. El nuevo Congreso de los Estados Unidos inicia hoy su sesión, marcando el comienzo de un periodo cargado de desafíos para el Partido Republicano, que asume el control de la Cámara de Representantes con una pequeña mayoría. La ajustada ventaja de 219-215, tras la renuncia del representante Matt Gaetz, pone en evidencia la fragilidad de su posición y la necesidad de una unidad total dentro del partido para avanzar en la ambiciosa agenda legislativa del presidente Donald Trump.
El republicano Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, enfrentará una de las mayores pruebas de su carrera política al liderar un Congreso con márgenes tan estrechos. Su reelección como presidente, que se votará este viernes, parece ser el menor de sus problemas. En los próximos meses, Johnson deberá mantener cohesionada a su bancada para abordar asuntos clave como la financiación del gobierno, evitar un impago de la deuda y avanzar en las prioridades migratorias y fiscales de Trump.
Un margen delicado y más renuncias en camino
La situación se complica aún más con la confirmación de que el presidente Trump planea incorporar a dos legisladores republicanos de la Cámara en su administración: Michael Waltz como asesor de seguridad nacional y Elise Stefanik como embajadora ante las Naciones Unidas. Sus salidas, sumadas a la de Gaetz, reducirán temporalmente la mayoría republicana a un estrecho 217-215, dejando a Johnson sin margen de error para evitar que un solo voto en contra descarrile cualquier legislación.
Además, el proceso para llenar las vacantes puede tardar meses, lo que agrava el riesgo de retrasos legislativos en los primeros meses críticos del segundo mandato de Trump. Incluso cuando se repongan los escaños, cualquier ausencia por enfermedad, conflictos de agenda o condiciones climáticas podría paralizar las votaciones clave, complicando aún más el escenario para los republicanos.
Una agenda legislativa ambiciosa
Con una mayoría más amplia en el Senado (53-47), el Partido Republicano comenzará a programar audiencias para confirmar a los nominados al gabinete de Trump. Sin embargo, las prioridades legislativas de 2025 serán difíciles de abordar en un Congreso dividido. Entre los retos más urgentes destacan:
• Financiación gubernamental: Evitar un cierre del gobierno y asegurar recursos para prioridades nacionales.
• Deuda nacional: Aprobar medidas para evitar un impago de la deuda, lo que tendría consecuencias catastróficas en la economía.
• Políticas migratorias: Avanzar en reformas que respalden las promesas de campaña de Trump, enfrentando una probable resistencia demócrata.
• Reformas fiscales: Impulsar nuevos recortes de impuestos, un tema clave en la plataforma republicana.
Unidad o parálisis
La ajustada mayoría republicana en la Cámara de Representantes pone al partido en una encrucijada: mantener una unidad férrea o enfrentar el riesgo de un estancamiento legislativo. Para Johnson y su bancada, el éxito en los próximos meses dependerá de su capacidad para encontrar consenso dentro de su propio partido y, cuando sea necesario, negociar con los demócratas para aprobar legislación crítica.
El inicio de este nuevo Congreso no solo marca una etapa decisiva para los republicanos, sino también para el futuro de la agenda del presidente Trump, que dependerá en gran medida de la capacidad de su partido para navegar en un entorno legislativo cada vez más polarizado y complejo.
Imágen cortesía: El País