La investigación de un innovador antibiótico dirigido contra una cepa bacteriana resistente a diversos tipos de medicamentos existentes ha arrojado resultados prometedores en experimentos con ratones y actualmente se encuentra en fase de ensayos en seres humanos, según informa Nature hoy.
La Acinetobacter baumannii resistente a carbapenémicos (CRAB), perteneciente a una categoría de antibióticos de amplio espectro, ha sido designada como un patógeno crítico de prioridad 1 por la Organización Mundial de la Salud y como una amenaza urgente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Este microorganismo se ha convertido en un “importante patógeno global con opciones de tratamiento limitadas”, ya que no se ha introducido ninguna nueva clase química de antibióticos activos contra él en más de medio siglo, según un estudio liderado por Claudia Zampaloni, del Centro de Innovación de la compañía farmacéutica Roche en Suiza.
La A. baumannii es una bacteria de difícil erradicación debido a su membrana externa que contiene lipopolisacárido (LPS), la cual es resistente a la acción de varios antibióticos.
La interrupción de la síntesis del LPS y su transporte hacia la membrana externa disminuye la viabilidad celular y puede incrementar la susceptibilidad a algunos antibióticos.
El equipo científico ha identificado y desarrollado un candidato clínico perteneciente a una novedosa clase de antibióticos, un péptido macrocíclico denominado zosurabalpina, el cual exhibe “una prometedora actividad antibacteriana contra la CRAB”, como indica Nature.
Este fármaco impide que el LPS alcance la membrana externa bacteriana al inhibir el complejo de transporte que facilita su movimiento a través de las capas.
En los ensayos de laboratorio y en modelos de ratón, el antibiótico demostró ser “eficaz en el tratamiento de cepas de CRAB altamente resistentes a los medicamentos”, superando los mecanismos de resistencia a los antibióticos existentes.
El estudio sugiere que la zosurabalpina puede sortear los mecanismos de resistencia actuales, pero se subraya la necesidad de una investigación más extensa en condiciones clínicamente relevantes para evaluar el potencial desarrollo de resistencia a este nuevo compuesto.
En conjunto, los datos respaldan el potencial de la zosurabalpina como antibiótico, y ya se han iniciado ensayos clínicos en humanos para avanzar en el desarrollo de este compuesto con el propósito de ofrecer una opción de tratamiento para las infecciones invasivas causadas por la CRAB, según añade el estudio.