Este lunes, las redes sociales en México se inundaron con un nuevo grito de protesta que ha captado la atención global. El lema “Nos vamos con Arath” se convirtió en tendencia número uno en México y en una de las frases más mencionadas a nivel mundial en la plataforma “X” (anteriormente Twitter). Este movimiento surgió en respuesta a las recientes especulaciones sobre la posible salida del actor Arath de la Torre de “La Casa de los Famosos” (LCDLF) debido a las amenazas que ha recibido de su compañero Adrián Marcelo.
La controversia comenzó cuando se filtraron rumores sobre una posible retirada de Arath debido a la creciente tensión y amenazas en el reality show. Los seguidores del actor, preocupados por su seguridad y el ambiente dentro del programa, se unieron bajo el lema “Nos vamos con Arath” para mostrar su apoyo y exigir cambios inmediatos.
Además, los espectadores de LCDLF han comenzado a tomar medidas drásticas al cancelar sus suscripciones a la plataforma de streaming Vix. Los usuarios acusan a la plataforma de censurar las cámaras durante ciertas horas del día, limitando así el acceso prometido a la casa las 24 horas del día, los siete días de la semana. Esta falta de transparencia ha enfurecido a los fanáticos, quienes consideran que la censura va en contra de los términos acordados y de la esencia del show.
Para sumar presión, un grupo de manifestantes se reunió fuera del foro de grabación de La Casa de los Famosos. La protesta exige un alto a la violencia ejercida contra Arath de la Torre y otros participantes del reality show. Los manifestantes corearon consignas y mostraron pancartas pidiendo la intervención de los productores y organizadores para garantizar un ambiente seguro y justo para todos los concursantes.
El impacto de la protesta ha sido notable, no solo por el fuerte respaldo en redes sociales, sino también por la presión directa que se está ejerciendo sobre la producción y la plataforma de streaming. Mientras tanto, la situación dentro de La Casa de los Famosos sigue siendo un tema candente, con seguidores y críticos de la televisión esperando una resolución que devuelva la confianza y la transparencia al reality show.