Estados Unidos

“No queremos reyes”: miles protestan en EE.UU. contra las políticas de Trump en la primera gran movilización de su mandato

En una muestra masiva de descontento, miles de personas tomaron las calles de ciudades como Nueva York, Washington, Boston, Chicago y Los Ángeles este sábado, en lo que se convirtió en la mayor protesta registrada desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Bajo el lema “Manos fuera”, los organizadores convocaron más de 1.200 concentraciones en los 50 estados de Estados Unidos, rechazando la agenda del presidente, que incluye aranceles comerciales, recortes gubernamentales y un fortalecimiento de la autoridad presidencial.

En Washington, el Monumento a Washington fue el epicentro de la manifestación, con pancartas que denunciaban desde el “fascismo” hasta los recortes impulsados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk. “No queremos reyes” y “Apoyo a los trabajadores federales” fueron algunos de los mensajes más visibles. Una madre expresó a la BBC su preocupación por los recortes en servicios federales: “Tengo un hijo con discapacidad y quiero asegurarme de que tenga acceso a la seguridad social y a sus derechos educativos”.

En Boston, las protestas se centraron también en las redadas migratorias, destacando el caso de Rumeysa Ozturk, una estudiante turca detenida cerca de la Universidad Tufts en una operación que generó indignación tras ser grabada. “Es aterrador”, dijo una manifestante de 82 años, añadiendo que “él es el problema”, en referencia a Trump.

En Nueva York, la Quinta Avenida se llenó de voces disidentes, mientras que en Florida, cerca de donde Trump pasaba el fin de semana jugando golf, el congresista demócrata Maxwell Frost arengó a la multitud, denunciando una “toma multimillonaria” del gobierno. Las protestas también llegaron a las puertas de la casa de Tom Homan, el “zar de la frontera”, quien desestimó las manifestaciones desde Washington: “Pueden protestar contra una casa vacía cuanto quieran”.

El malestar trascendió fronteras, con concentraciones en Londres, París, Berlín y Lisboa, donde pancartas como “¿Qué demonios, América?” y “Manos fuera de nuestra democracia” reflejaron el rechazo internacional a las políticas de Trump, incluyendo su interés en anexar Canadá y Groenlandia, y sus tensiones con Ucrania. En Berlín, frente a la embajada estadounidense, los manifestantes pidieron “el fin del caos”, mientras en Londres una mujer disfrazada de Estatua de la Libertad portaba un cartel que decía: “La estatua que toma libertades”.

A nivel político, los demócratas aprovecharon el impulso: en Wisconsin, un juez demócrata ganó un puesto en la Corte Suprema estatal con un amplio margen, y en Florida, los republicanos obtuvieron victorias más ajustadas de lo esperado en elecciones especiales. Sin embargo, Trump, quien viajó a su residencia en Florida, aún no ha comentado sobre las protestas, y su equipo de prensa se limitó a informar sobre su agenda de fin de semana.

Para Rachael Nevin, una manifestante en Nueva York, esto es solo el comienzo: “La gente no está conforme con lo que pasa en Washington, y cada vez más se unirán a este gran ‘no’”. Mientras tanto, la Casa Blanca guarda silencio, y el país —y el mundo— observan cómo se desarrolla este primer gran enfrentamiento entre Trump y sus detractores.

Imágen cortesía: BBC

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