Towana Looney, una mujer de 53 años de Alabama, se convirtió en noviembre en la tercera persona en recibir un trasplante de riñón de cerdo, una práctica médica aún en fase experimental, anunciaron este martes 17 de diciembre los científicos responsables del procedimiento.
Tres semanas después de la operación, Looney expresó sentirse afortunada por la oportunidad que le brindó el trasplante: “Siento que me han dado una segunda oportunidad en la vida”, dijo en un comunicado.
La paciente, que en 1999 donó uno de sus riñones a su madre, había estado recibiendo tratamiento de diálisis durante ocho años debido a un daño renal causado por una complicación en su embarazo. Aunque llevaba esperando un trasplante desde 2017, no logró encontrar un donante compatible. Ante el deterioro de su salud, el 25 de noviembre se le ofreció la opción de recibir un riñón de cerdo genéticamente modificado para evitar el rechazo inmediato.
La operación se realizó en el hospital NYU Langone de Nueva York, que se ha destacado como líder en este campo. Este procedimiento forma parte de los esfuerzos para desarrollar los xenotrasplantes, el uso de órganos, células y tejidos de animales no humanos en humanos, una práctica que busca resolver la grave escasez de órganos disponibles para trasplante.
Según los expertos, los xenotrasplantes podrían ser una solución clave a la crisis de suministro de órganos en Estados Unidos, donde más de 100,000 pacientes esperan un trasplante, de los cuales más de 90,000 requieren un riñón.
Este trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente representa un paso importante en la investigación sobre xenotrasplantes y ofrece esperanzas de nuevas opciones de tratamiento para personas que sufren de insuficiencia renal.
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