Los nueve jueces del máximo tribunal analizan tres apelaciones que pueden tener un impacto enorme en el acceso a la píldora abortiva aprobada por la FDA hace más de dos décadas.
Los jueces de la Corte Suprema tienen previsto debatir este viernes si reabren una lucha legal de alto perfil que podría desembocar en una decisión definitiva sobre la aprobación federal del fármaco más utilizado para abortar en Estados Unidos.
En su reunión privada habitual, los nueve jueces analizarán tres apelaciones diferentes que plantean cuestiones jurídicas distintas, incluida una presentado por quienes impugnan la aprobación de la píldora mifepristona en 2000 por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA)
Las otras dos apelaciones, presentadas por el Gobierno de Joe Biden y el fabricante Danco Laboratories, buscan mantener vigente la aprobación de la FDA que ha facilitado el acceso y el uso de la píldora en los últimos años. Danco fabrica la píldora Mifeprex, conocida popularmente como mifepristona.
Incluso una decisión de la Corte Suprema sobre si los recursos legales son admisibles o no tendrá un impacto práctico, porque si los jueces deciden no intervenir en el litigio en curso, entraría en vigor la sentencia del tribunal de apelaciones que limitó la disponibilidad del fármaco por correo.
El tribunal podría anunciar si admite los casos tan pronto como este viernes, aunque también podría actuar la semana que viene o incluso esperar hasta enero.
Al analizar las tres apelaciones, los jueces podrían optar por escuchar un amplio desafío que aborda la aprobación original de la FDA o centrarse sólo en los cambios más recientes, incluyendo una decisión de 2021 que hizo posible el acceso a la píldora por correo.
El tribunal, que tiene una mayoría conservadora de 6-3, ha mostrado anteriormente hostilidad hacia el derecho al aborto, anulando la histórica sentencia Roe v. Wade el año pasado. Pero en abril, en una fase anterior del litigio, la corte bloqueó la sentencia de un juez que habría invalidado por completo la aprobación del fármaco por parte de la FDA.
El litigio sobre la píldora abortiva no aborda directamente ningún derecho al aborto, sino que se centra en diferentes cuestiones jurídicas sobre el proceso de aprobación de fármacos por parte de la FDA, pero el caso plantea dudas sobre la promesa del año pasado del tribunal acerca de que dejaría la política sobre el aborto en manos de los estados y el Gobierno federal.
Otras cuestiones planteadas en los casos incluyen decisiones de 2016 para ampliar la ventana en la que la mifepristona se podría utilizar para interrumpir embarazos, de siete a 10 semanas de gestación, y reducir el número de visitas en persona a pacientes, de tres a uno. En otra medida del mismo año, la FDA modificó el régimen de dosificación de la mifepristona, al considerar que una más baja era suficiente.
El máximo tribunal también podría abordar la decisión de 2019 de aprobar una versión genérica del medicamento, fabricado por GenBioPro.
El Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito, con sede en Nueva Orleans, dictaminó en agosto que las decisiones de la FDA posteriores a 2016 debían suspenderse porque las medidas “se tomaron sin tener suficientemente en cuenta los efectos que esos cambios tendrían en los pacientes.”
Además, también falló en contra de los impugnadores en sus esfuerzos por anular la aprobación original del medicamento y la decisión posterior de autorizar la versión genérica.
Ambas partes presentaron entonces recursos ante el Tribunal Supremo.