El narcotraficante mexicano Ismael “Mayo” Zambada, acusado de 17 cargos federales en Nueva York, ha optado por mantener a su abogado principal, Frank Pérez, a pesar de la posible existencia de un conflicto de intereses relacionado con su representación de su hijo, Vicente Zambada Niebla, alias “Vicentillo”.
En una audiencia celebrada este miércoles 15 de enero en un tribunal de Nueva York, Zambada manifestó su decisión a través de un comunicado leído en español: “Renuncio a mi derecho a tener un abogado diferente. Quiero que Frank Pérez me represente, aunque pueda tener un conflicto de interés representándome a mí y a mi hijo”, afirmó el capo, quien enfrenta cargos por tráfico de drogas, lavado de dinero y otros delitos graves.
El abogado Pérez, quien también ha defendido a “Vicentillo”, ha sido señalado por algunos como una figura clave en la negociación con autoridades estadounidenses. Su relación con ambos miembros de la familia Zambada podría generar problemas legales debido a la naturaleza de los cargos contra el líder del Cártel de Sinaloa y las posibles implicaciones en las investigaciones en curso.
Durante la audiencia, el juez Brian M. Cogan dedicó una significativa parte del tiempo, alrededor de 20 minutos de los 30 que duró el procedimiento, para advertir a Zambada sobre los riesgos que implica mantener a Pérez como su abogado. Cogan destacó que el conflicto de intereses podría perjudicar la estrategia legal del acusado, pero finalmente optó por respetar la decisión de Zambada, quien insistió en que su defensa continúe bajo el mismo letrado.
La próxima sesión del juicio está programada para el 22 de abril de este año, a las 09:30 hora local en Nueva York. Durante los próximos 90 días, tanto la defensa de Zambada como la Fiscalía seguirán recopilando información sobre el caso, considerado de gran complejidad, mientras se mantienen las negociaciones entre ambas partes.
El caso de Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, sigue siendo uno de los más emblemáticos del narcotráfico internacional, y su proceso judicial promete continuar generando atención por las implicaciones legales y políticas que podría tener para el crimen organizado en México y Estados Unidos.
