La reciente victoria de Donald Trump ha desatado una ola de preocupación y ansiedad entre los migrantes y los defensores de derechos humanos a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos. Tanto en Estados Unidos como en México, las reacciones han sido marcadas por la incertidumbre ante las políticas que el expresidente podría implementar.
En el norte de México, los albergues para migrantes se convirtieron en centros de atención, con personas pendientes de cada detalle que surgía en las noticias. Los migrantes observaban atentamente las pantallas de televisión o se aferraban a sus teléfonos, siguiendo los resultados que eventualmente dieron la victoria a Trump. “Hay miedo y temor”, dijo la hermana Isabel Turcios, directora del refugio Frontera Digna, ubicado al otro lado de Eagle Pass, Texas. En su albergue, alrededor de 200 migrantes esperaban con la esperanza de usar CBP One, una aplicación que permite agendar citas para ingresar legalmente a Estados Unidos.
El temor a un endurecimiento de las políticas migratorias no es infundado. Trump es conocido por su retórica antiinmigrante, que ya ha dejado profundas marcas en las comunidades migrantes. Turcios explicó que uno de los mayores temores es que Trump cumpla con sus promesas de deportaciones masivas y cierre CBP One. “Trato de calmarlos porque la ansiedad que sienten es muy grande”, comentó, resaltando el desafío de mantener la calma en un momento tan crítico.
A cientos de kilómetros, en Matamoros, México, al otro lado de Brownsville, Texas, la inquietud también es palpable. Glady Edith Cañas, directora de la organización Ayudándoles a Triunfar, recibió varios mensajes de texto de migrantes expresando sus temores. “Ganó ese hombre, y todo se complica”, decía uno de los mensajes, encapsulando la sensación de desesperanza que predomina.
El triunfo de Trump ha vuelto a poner en el centro del debate las políticas migratorias y ha dejado a miles de personas en una posición de vulnerabilidad extrema. Los defensores de migrantes temen que los esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria enfrenten nuevos desafíos, mientras los migrantes, muchos de los cuales han atravesado peligros extremos para llegar a la frontera, se preguntan si alguna vez lograrán ver cumplido su sueño de un futuro mejor en Estados Unidos.
Imágen cortesía: Heraldo de Juárez