Un juez federal en Texas ha ordenado una pausa temporal en el programa migratorio “Parole in Place” (PIP), que permitía a cónyuges inmigrantes indocumentados de ciudadanos estadounidenses legalizar su estatus y avanzar hacia la ciudadanía. La decisión fue tomada por el juez de distrito J. Campbell Barker el lunes, tras una demanda presentada el 23 de agosto por 16 estados, liderados por fiscales generales republicanos, que argumentan que el programa fomentaría la inmigración ilegal.
El juez Barker argumentó que las demandas contra el programa son serias y requieren un análisis más profundo, que aún no ha podido completarse. La suspensión se produce una semana después de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) comenzara a aceptar solicitudes para el programa el 19 de agosto.
La pausa se mantendrá por al menos 15 días mientras continúa la revisión legal del caso. Varios abogados de familias elegibles confirmaron que algunas solicitudes ya habían sido recibidas antes de la suspensión.
Karen Tumlin, fundadora y directora del Justice Action Center, criticó la decisión, afirmando que “Texas no debería tener el poder de decidir el destino de cientos de miles de ciudadanos estadounidenses y sus cónyuges inmigrantes sin enfrentar la realidad”.
