Este martes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que se está acercando a un acuerdo para liberar a los rehenes bajo custodia de Hamas, a cambio de prisioneros palestinos detenidos por Israel y la implementación de una tregua temporal.
Biden declaró en la Casa Blanca: “Ahora estamos muy cerca, muy cerca. Podríamos traer a algunos de estos rehenes a casa muy pronto. Pero no quiero entrar en los detalles de las cosas, porque nada está hecho hasta que está hecho. De momento, las cosas pintan bien”.
Las negociaciones incluirían un cese el fuego y la liberación de palestinos detenidos, entre otras condiciones, con la mediación de Qatar. Todas las partes han reconocido avances significativos en las conversaciones.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó: “Estamos avanzando. No creo que sea útil hablar demasiado […] pero espero que tengamos buenas noticias pronto”. El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, también indicó que el proceso se ha acelerado, diciendo: “Estamos cerca de alcanzar un acuerdo sobre una tregua”.
Según fuentes de Hamas y de Yihad Islámica, ambos grupos aceptaron un acuerdo cuyos detalles deben ser anunciados por Qatar y los mediadores. Qatar afirmó que pronto habrá un acuerdo para la liberación de los rehenes, a cambio de una tregua en el territorio palestino.
Dos fuentes cercanas a las negociaciones revelaron que el acuerdo tentativo implica la liberación de entre “50 y 100” rehenes a cambio de la excarcelación de 300 presos palestinos en Israel, incluyendo niños y mujeres. El intercambio se llevaría a cabo a un ritmo de “10” rehenes israelíes diarios contra “30” prisioneros palestinos y también incluiría la entrega de alimentos, asistencia médica y combustible a Gaza, junto con una “tregua humanitaria de cinco días”.
Sin embargo, uno de los puntos de desacuerdo es la liberación de rehenes militares. Mientras Hamas se opone, Israel defiende el concepto del “reagrupamiento familiar”, argumentando que si se libera a un civil, los miembros de su familia también deben ser liberados, incluso si están en el ejército.
La suerte de estos rehenes es una cuestión apremiante para el gobierno israelí de Benjamin Netanyahu y su “gabinete de guerra”, que se reunió el lunes con familiares de las personas secuestradas. Netanyahu afirmó en las redes sociales: “Recuperar nuestros rehenes es una tarea sagrada y suprema, y a ella me comprometo”.