Este martes, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció que Israel ha perpetrado un acto de guerra en Gaza al emplear el hambre como táctica bélica.
“La situación de hambre, inanición y hambruna es consecuencia de las enormes restricciones impuestas por Israel a la entrada y distribución de ayuda humanitaria y bienes comerciales, del desplazamiento de la mayor parte de la población, así como de la destrucción de infraestructuras civiles vitales”, declaró el máximo responsable de derechos humanos en la ONU.
En una declaración enfática, Türk condenó las restricciones continuas a la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, así como la conducta hostil mantenida durante más de cinco meses, que ha sometido a la población a un castigo colectivo, calificando estas acciones como crímenes de guerra.
El comisionado señaló que la desesperación ha alcanzado niveles alarmantes, evidenciados por el caos y la desorganización civil, llegando al extremo de que familias desplazadas están enviando a sus niños solos y a pie desde el norte de Gaza hacia el sur en busca de alimento y ayuda.
Aunque la situación es grave en todo el territorio, la crisis humanitaria es más aguda en el norte de la Franja, donde comenzaron los ataques de Israel y la mayoría de la población ha huido. Türk recordó que Gaza ha estado sometida a un bloqueo por parte de Israel durante 16 años, durante los cuales se han violado sistemáticamente los derechos humanos, se ha devastado la economía y la población ha quedado dependiente de la ayuda externa.
Insistió en que Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de garantizar el acceso a alimentos y atención médica adecuados para la población, así como de facilitar el trabajo de las organizaciones humanitarias.