Destrucción y fallecidos en el sur de Estados Unidos
El ciclón Helene, que tocó tierra la noche del jueves cerca de Perry, en el Panhandle de Florida, como un poderoso huracán de categoría 4, ha dejado un rastro de devastación y muerte a su paso. Con vientos de hasta 140 millas por hora, la tormenta impactó la costa con fuerza destructiva, causando inundaciones masivas, daños estructurales y cortes de energía que han sumido a millones de personas en la oscuridad.
Hasta el momento, las autoridades han confirmado al menos cinco fallecidos a consecuencia de los efectos directos del huracán, mientras los equipos de emergencia continúan trabajando en la búsqueda y rescate de personas atrapadas por las inundaciones y el colapso de infraestructuras. El gobernador de Florida calificó el evento como “una pesadilla”, especialmente para la ciudad de Perry, una de las zonas más afectadas.
Helene, que ahora se ha debilitado a tormenta tropical, sigue avanzando hacia el norte, cruzando Georgia con lluvias torrenciales y vientos huracanados, lo que ha provocado nuevas emergencias en la región. Los residentes del sur del país enfrentan peligros de inundaciones repentinas y daños a medida que la tormenta continúa su trayectoria destructiva hacia Carolina del Norte.
Sin electricidad y rescates masivos
La tormenta ha dejado sin electricidad a cientos de miles de personas en Florida y Georgia. Los equipos de rescate han sido desplegados para atender las emergencias en las áreas más afectadas por la marejada ciclónica y las inundaciones. Las autoridades han advertido que las condiciones siguen siendo peligrosas, y que la situación podría empeorar en algunas áreas a medida que las lluvias continúan.
El impacto de Helene se siente en varios estados del sur, donde la devastación está lejos de haber terminado. Las autoridades han pedido a la población permanecer en sus hogares, evitar zonas inundadas y seguir las instrucciones de los equipos de emergencia.
Preparativos y advertencias en curso
Con el debilitamiento de Helene a tormenta tropical, los meteorólogos advierten que, aunque la intensidad de los vientos ha disminuido, el riesgo de lluvias torrenciales y desbordamientos de ríos sigue siendo elevado. Las autoridades continúan monitoreando la trayectoria del ciclón y piden a las comunidades en su ruta que permanezcan alertas.
La prioridad ahora es restaurar los servicios básicos y atender a las víctimas, mientras el sur del país se enfrenta a la ardua tarea de recuperación tras el paso de uno de los huracanes más devastadores de la temporada.
Imágen cortesía de: CNN
