Diversos miembros del Partido Republicano han salido a contrarrestar la controversia generada por las palabras del expresidente Donald Trump el domingo, matizando sus declaraciones en las que advertía de un posible “baño de sangre” en caso de perder las elecciones de noviembre frente al actual presidente demócrata, Joe Biden.
El congresista republicano Mike Turner explicó en una entrevista con la cadena ABC que las afirmaciones de Trump acerca de un “baño de sangre” se referían específicamente a la industria automotriz, mientras que el senador Mike Rounds opinó en CNN que el expresidente aludía a la “crisis económica” del sector automotriz.
Asimismo, el senador republicano Bill Cassidy indicó a NBC que los medios de comunicación habían sacado de contexto las palabras del expresidente y sugirió que se referían más bien a “una crisis económica, no a un tipo de violencia callejera”.
Cassidy, sin embargo, admitió que la retórica de Trump “siempre está al límite” y podría llevar a los votantes a cuestionar si el republicano está realmente preparado para regresar a la Casa Blanca.
La controversia surgió durante un mitin de Trump en Ohio el sábado, su primer acto público desde que aseguró matemáticamente su nominación presidencial en las primarias republicanas. Durante el evento, Trump hablaba sobre sus propuestas para proteger a la industria automotriz, crucial en el estado de Ohio, cuando hizo la declaración sobre un posible “baño de sangre” en caso de perder las elecciones.
La retórica incendiaria del expresidente, que también cuestionó la humanidad de los inmigrantes, intensificó aún más el tono áspero de la campaña electoral presidencial.
Biden no tardó en reaccionar a los comentarios de Trump y emitió un comunicado el mismo sábado calificando al expresidente de “perdedor” y acusándolo de querer repetir el asalto al Capitolio.
“El pueblo estadounidense le propinará otra derrota electoral este noviembre porque sigue rechazando su extremismo, su propensión a la violencia y su sed de venganza”, expresaron los demócratas.
Trump logró el martes pasado asegurar matemáticamente su nominación presidencial en la convención del Partido Republicano que se celebrará en julio. Entre otras declaraciones polémicas, el republicano ha prometido ser un “dictador” en su primer día de mandato y ha sugerido que animaría a Rusia a atacar a los países de la OTAN que no cumplan con sus cuotas de gasto en defensa.