Este lunes, en Brownsville, el gobernador de Texas, Greg Abbott, rubricó el proyecto de ley SB4, convirtiendo la entrada ilegal a Texas en un delito estatal punible con expulsión o encarcelamiento. La ley entrará en vigor en marzo de 2024.
La legislación concede amplios poderes a la policía local para detener a individuos extranjeros que se consideren ingresaron a Estados Unidos de manera irregular a través de la frontera texana. Además, autoriza a los jueces locales a emitir órdenes de expulsión a México a través de la frontera compartida, prescindiendo de los requisitos constitucionales del debido proceso.
En un añadido, la normativa respalda la financiación para la construcción de un nuevo muro y aumenta las penalizaciones por tráfico de personas, según señaló el mandatario.
Desde antes de su firma, esta ley ha generado rechazo por parte de organizaciones de derechos civiles y grupos defensores de migrantes. Argumentan que el 40% de la población del estado es de origen latino y que estas medidas transgreden disposiciones constitucionales críticas sobre el papel del gobierno federal en la definición de las prioridades migratorias, así como las limitaciones de los estados para interferir con esas prioridades y las relaciones internas e internacionales de Estados Unidos.