El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha lanzado el Plan Nacional Hídrico, una estrategia integral que buscará transformar la gestión del agua en México durante el actual sexenio. El plan fue presentado por Efraín Morales López, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en una conferencia matutina desde Palacio Nacional.
Una de las medidas más destacadas de este plan es la creación del *Registro Nacional de Agua para el Bienestar*, que reemplazará al actual Registro Público de Derechos de Agua (Redpa). Según Morales López, este nuevo sistema reunirá en una sola base de datos toda la información relacionada con el agua, lo que permitirá una gestión más eficiente y transparente. “El nuevo registro concentrará toda la información en un solo lugar, lo que facilitará la integración de datos y mejorará el control del recurso”, afirmó el funcionario.
El objetivo principal del Plan Nacional Hídrico es garantizar el derecho humano al agua en cantidad y calidad suficientes para todos los mexicanos. Además, busca asegurar la sostenibilidad de los recursos hídricos y promover un manejo responsable del agua en todos sus usos.
Entre las medidas anunciadas, se destacan los programas de inspección que se implementarán en todo el país para verificar el uso y aprovechamiento del agua. También se presentarán propuestas para reformar la Ley de Aguas Nacionales y se expedirá la Ley General de Aguas. Como parte de las reformas, se emitirá un decreto que facilitará la regularización de concesiones de agua vencidas y se simplificarán los trámites administrativos, que serán digitalizados para agilizar los procesos.
Julio Berdegué, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), subrayó que el Plan Nacional Hídrico no solo está enfocado en asegurar el derecho humano al agua, sino también en impulsar la productividad agrícola del país. El plan prevé la tecnificación de riego en miles de hectáreas, lo que permitirá a los productores controlar con mayor precisión la cantidad de agua utilizada. Según Berdegué, esta medida podría aumentar la productividad agrícola en un 51% en las áreas tecnificadas, lo que fortalecerá la soberanía alimentaria de la nación.
Con estas acciones, el gobierno federal pretende avanzar en la protección y aprovechamiento sustentable del agua, un recurso esencial para el bienestar de la población y el desarrollo económico del país.
