Una fuga de gas en la refinería de Deer Park, ubicada en Texas y operada por Petróleos Mexicanos (Pemex), dejó como saldo trágico dos personas muertas y 35 más heridas. Las víctimas mortales eran empleados de una empresa de mantenimiento contratada externamente, y ambos eran de nacionalidad estadounidense.
El director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, confirmó el saldo de víctimas en una conferencia de prensa y enfatizó que los fallecidos no eran trabajadores directos de la petrolera estatal. “No son trabajadores de Pemex los fallecidos ni los afectados. Son empleados de empresas de mantenimiento contratadas por la refinería”, aclaró.
Rodríguez Padilla también informó que, aunque los directivos responsables de la planta son mexicanos, el resto del personal de la refinería es de nacionalidad estadounidense. Pemex, por su parte, ha comenzado una investigación para determinar las causas del incidente y ha instado a no especular hasta que se complete el análisis de los hechos. “Se hará un análisis causa raíz para determinar exactamente qué provocó este accidente”, añadió.
El siniestro ha generado preocupación entre la comunidad y en los sectores relacionados con la seguridad industrial, mientras se espera el resultado de la investigación para esclarecer las circunstancias que llevaron a este trágico accidente.
Imágen cortesía de: El Imparcial