El FBI ha desarticulado un plan para desencadenar un conflicto en la frontera entre Estados Unidos y México.
Tres individuos, dos de los cuales afirmaron pertenecer a una milicia, planeaban viajar a la frontera de Texas con la intención de atacar a agentes de la Patrulla Fronteriza y a migrantes que cruzaran ilegalmente.
Según una investigación de The Texas Tribune, en 2022 uno de los hombres intentó comunicarse con el gobernador de Texas, Greg Abbott, advirtiéndole que si no se aseguraba la frontera, se verían obligados a tomar medidas por su cuenta.
Bryan C. Perry, de 38 años; Jonathan S. O’Dell, de 33 años, y Paul Faye, de 55, fueron detenidos por el FBI bajo varios cargos federales.
Según los informes legales, Perry estaba en estrecho contacto con Faye, quien expresó su deseo de viajar con él y otro individuo, O’Dell, a la frontera para cometer actos violentos.
Perry y O’Dell fueron arrestados a finales de 2022 durante un enfrentamiento armado con agentes del FBI. Se les incautaron seis armas de fuego, más de 20 cargadores, casi 2 mil cartuchos, entre otros equipos.
Ambos fueron acusados de conspiración para asesinar a un funcionario federal, conspiración para atacar a un oficial federal, intento de asesinato de un funcionario federal y agresión a un oficial federal.
El plan habría sido concebido por Perry y O’Dell a finales de 2021 como respuesta a sus quejas contra el Gobierno Federal por la situación de los migrantes en la frontera.
En 2022, intentaron reclutar a miembros de su grupo, autodenominado la Segunda Milicia Estadounidense, para viajar a Washington y detener lo que consideraban una situación caótica.
En agosto, acordaron llevar a cabo acciones contra la Patrulla Fronteriza.
Sus intenciones se hicieron públicas cuando Perry publicó un video en TikTok en el que sostenía un rifle y expresaba su deseo de viajar a la frontera para “disparar a matar”.
En otros videos, calificó de traidores a los agentes de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. por permitir el cruce de migrantes.
Una denuncia anónima alertó a las autoridades, quienes iniciaron una investigación que culminó con los arrestos.
La detención de Faye ocurrió a finales de 2023, después de que un agente encubierto del FBI entablara comunicación con él para incitar disturbios en la frontera.
Faye ofreció proporcionar chalecos antibalas para la operación, además de confesar poseer objetos explosivos y haber colocado trampas en su casa por si llegaba la policía.
Al reunirse con el agente encubierto para dirigirse a la frontera, le entregó un silenciador no registrado, lo que facilitó su arresto y la incautación de armas de fuego, municiones y explosivos en su residencia.
