El principal centro médico de Alabama, Estados Unidos, anunció el miércoles que suspenderá los tratamientos de fertilización in vitro después de que el Tribunal Supremo del estado determinara la semana pasada que los embriones congelados deben ser considerados personas.
El sistema de salud de la Universidad de Alabama en Birmingham, que administra el hospital, explicó en un comunicado que está revisando la decisión debido al riesgo de que tanto pacientes como médicos puedan enfrentar acciones legales o daños.
La decisión sin precedentes del Tribunal Supremo de Alabama establece que aquellos que destruyan embriones congelados pueden ser considerados responsables de su muerte, respaldándose en el lenguaje antiaborto de la Constitución estatal.
“Los no nacidos son ‘niños’, sin excepción por su etapa de desarrollo, ubicación geográfica u otras características”, indica el fallo del tribunal.
Uno de los jueces incluso citó la Biblia para argumentar que no se puede destruir ninguna vida humana, ya que todas reflejan la imagen de Dios, “incluso antes de nacer”, según escribió en una opinión adicional.
A pesar de esto, Alabama es uno de los 21 estados del país que aún permiten la pena de muerte, según datos del Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas en inglés).
La Casa Blanca ha criticado la decisión. En declaraciones a la prensa el martes, la portavoz del gobierno, Karine Jean-Pierre, señaló que la determinación del Tribunal Supremo de Alabama podría provocar un caos similar al del fallo nacional sobre el aborto, permitiendo que los políticos influyan en decisiones personales de las familias.