El FBI confirmó el hallazgo de una bandera negra del autodenominado Estado Islámico (EI) en la camioneta utilizada por Shamsud-Din Jabbar, el responsable del fatal atropellamiento múltiple que dejó al menos 15 muertos en el Barrio Francés de Nueva Orleans durante las celebraciones de Año Nuevo. Este descubrimiento ha llevado a las autoridades a investigar posibles conexiones o influencias del grupo extremista sobre Jabbar, originario de Texas.
¿Qué es el Estado Islámico?
El Estado Islámico surgió como una escisión de Al Qaeda en Irak tras la invasión estadounidense en 2003. En su momento de mayor auge, entre 2014 y 2017, el grupo llegó a controlar vastos territorios en Siria e Irak, donde estableció un autoproclamado “califato”. Su brutalidad y estrategias mediáticas, incluyendo ejecuciones públicas y propaganda en línea, le valieron notoriedad global.
Aunque una coalición internacional liderada por Estados Unidos expulsó al grupo de la mayoría de su territorio en Medio Oriente, el EI ha mantenido su influencia a través de redes descentralizadas y grupos afiliados en al menos 19 países.
De controlar territorios a inspirar ataques
A diferencia de Al Qaeda, que prioriza ataques masivos en Occidente, el Estado Islámico ha adoptado una estrategia distinta desde la pérdida de su “califato”. Sus líderes han alentado a individuos y células pequeñas a llevar a cabo ataques locales, utilizando métodos accesibles como atropellamientos, apuñalamientos o explosivos caseros.
Estos ataques, conocidos como “lobos solitarios”, no requieren coordinación directa con el grupo, lo que dificulta prevenirlos. En muchos casos, los perpetradores son inspirados por la propaganda en línea del EI, que glorifica el martirio y llama a atacar a quienes considera enemigos del Islam.
El ataque en Nueva Orleans
El presidente Joe Biden confirmó que, horas antes del ataque, Jabbar publicó videos en redes sociales que indicaban que estaba “inspirado” por el Estado Islámico. Este tipo de mensajes suele ser promovido por el grupo como parte de su narrativa de lucha global contra Occidente.
A pesar de estar debilitado territorialmente, el EI continúa utilizando símbolos como su bandera negra para representar su ideología y mantener su relevancia entre simpatizantes. Según analistas, este caso subraya el poder de la propaganda del grupo para radicalizar a personas a miles de kilómetros de sus bases.
El impacto global del Estado Islámico
Aunque ya no controla grandes territorios, el EI sigue siendo una amenaza significativa en regiones como el Sahel africano, Afganistán y partes de Asia. Además, su capacidad para inspirar ataques en países como Estados Unidos evidencia que su ideología sigue siendo peligrosa.
El desafío de combatir el extremismo inspirado
El ataque en Nueva Orleans plantea nuevamente preguntas sobre cómo contrarrestar la radicalización en línea y prevenir actos de terrorismo. Las autoridades estadounidenses y sus aliados trabajan para identificar patrones en la actividad digital de individuos radicalizados y cortar las vías de financiamiento y comunicación del EI. Sin embargo, el desafío persiste: detener ataques de inspiración ideológica antes de que ocurran.
Este trágico incidente es un recordatorio de que, aunque debilitado, el Estado Islámico sigue siendo una amenaza global.
Imágen cortesía: ABC