Viajar fuera de Estados Unidos siendo residente permanente, es decir, portando una ‘green card’, puede parecer una decisión sencilla, pero conlleva ciertos riesgos que no todos consideran. Así lo advierte Kate Lincoln-Goldfinch, abogada especializada en inmigración, quien ha analizado las implicaciones de salir y volver a entrar al país bajo el escrutinio de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Cada vez que un residente permanente cruza la frontera de regreso a EE.UU., los agentes de la CBP tienen la autoridad para revisar su historial migratorio y personal en detalle. Este proceso, según Lincoln-Goldfinch, puede generar complicaciones dependiendo de factores como antecedentes legales, estatus migratorio previo o incluso la interpretación que las autoridades hagan de las leyes vigentes. Con la llegada de la administración Trump, la abogada señala que el panorama ha adquirido un matiz más estricto, lo que podría aumentar la incertidumbre para quienes planean viajar.
“Salir del país con una ‘green card’ no garantiza un reingreso automático”, explica Lincoln-Goldfinch. “Es crucial que las personas estén preparadas y conozcan sus derechos”. Entre sus recomendaciones, la experta sugiere llevar documentación adicional que respalde el estatus de residente, evitar viajes innecesarios si hay dudas sobre el historial y, en algunos casos, consultar con un abogado de inmigración antes de partir.
Con este contexto, la abogada invita a la comunidad inmigrante a informarse y tomar precauciones para evitar contratiempos en un momento en que las políticas migratorias están bajo un constante escrutinio.
Imágen cortesía: Infobae