Texas, 1 de noviembre de 2024. Este 1 de noviembre, una nueva orden ejecutiva emitida por el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha entrado en vigor, generando gran controversia en el estado. La orden requiere que todos los hospitales en Texas pregunten a los pacientes sobre su estatus migratorio antes de proporcionarles atención médica.
La medida ha sido impulsada en el contexto de las políticas de control migratorio del estado, argumentando la necesidad de asegurar que los servicios de salud estatales no se vean saturados y de obtener información detallada sobre la cantidad de personas sin documentación regular que requieren atención. Sin embargo, esta disposición ha generado una fuerte reacción tanto de grupos defensores de los derechos humanos como de los mismos profesionales de la salud, quienes aseguran que esta política puede desalentar a las personas, particularmente a aquellas en situación migratoria irregular, de buscar ayuda médica por temor a enfrentar consecuencias legales.
La directiva también ha despertado dudas en el sector médico sobre su implementación. Muchos doctores y personal hospitalario consideran que podría interponerse en su deber de ofrecer una atención adecuada y oportuna a los pacientes, independientemente de su estatus migratorio. Algunos profesionales de la salud han expresado su preocupación por los posibles efectos negativos en la salud pública, señalando que esta medida podría llevar a una menor detección de enfermedades infecciosas y otros problemas de salud, lo cual afectaría a la población en general.
Desde que se anunció la orden ejecutiva, diversos colectivos y organizaciones han planeado acciones de protesta y están estudiando opciones legales para desafiar la normativa en tribunales, argumentando que podría violar los derechos humanos fundamentales y el derecho a la salud para todos, sin importar la nacionalidad o el estatus migratorio.
Esta medida es vista como un nuevo capítulo en la serie de iniciativas restrictivas que han caracterizado la postura de Texas respecto a la inmigración.
Imágen cortesía: Súper Chanel