Eugenio Andrés Lira RugarcÍa, obispo de la Diócesis de Matamoros, se reunió con monseñor Gustavo García Siller, arzobispo de San Antonio, para atender el problema de los migrantes
La Iglesia Católica estrecha lazos con otras de Texas para atender la problemática migratoria y piden a los ciudadanos a no rechazarlos y, por el contrario, brindarles la mano.
Eugenio Andrés Lira Rugarcía, obispo de la Diócesis de Matamoros, señaló que los obispos de la Frontera Texas-México se reunieron en la Diócesis de San Ángelo, Texas, donde hablaron de la crisis migratoria que se vive y la trata de personas, a fin de discernir, a través de la oración y el diálogo, la mejor manera en que la Iglesia puede seguir respondiendo a estos retos en bien de toda la gente.
La reunión de obispos de la frontera Texas-México es un grupo que se formó desde hace ya muchos años; actualmente, por la parte de Estados Unidos, el de los obispos de Texas es coordinado por monseñor Gustavo García Siller, arzobispo de San Antonio, Texas, y la parte de obispos en la frontera de México es coordinado por Eugenio Lira Rugarcía.
“Nos reunimos los obispos con los sacerdotes o laicos que nos ayudan en las casas migrantes o en la pastoral del migrante, y también invitamos a autoridades y expertos para dialogar para ver cómo evitamos esta realidad, que es mundial, y que aquí en la frontera la experimentamos de una manera muy especial. ¿Qué hemos encontrado? pues una vez más el drama de quienes tienen que abandonar su casa, su tierra por situaciones de pobreza, violencia y otras circunstancias muy complejas, y luego atravesar todo un camino lleno de peligros y finalmente llegar a la frontera esperando cruzar del otro lado”, dijo.
Como secretario general de esta reunión, el obispo señaló que normalmente los migrantes, ya una vez que cruzaron, desean ir a otros lugares, como que prefieren adentrarse más hacia el norte de Estados Unidos, que realmente permanecer por tiempo en Texas, pero aún así se les brinda un acompañamiento.
Explicó que se hace una labor a través de las casas del migrante, de parroquias, les ayuda a estabilizarse, a decidir qué desean hacer, luego se les da hospedaje, alimento, ropa, artículos de aseo, atención médica, psicológica, acompañamiento espiritual y legal.
“Sabemos existen diferentes propuestas que todavía están en estudio en Estados Unidos, pero ¿qué tenemos que hacer? pues por nuestra parte seguir dialogando con las autoridades de los países de donde salen los migrantes o a donde quieren llegar concretamente a Estados Unidos; encontrar la mejor manera de que haya un tránsito humano y seguro”, recalcó.
Explicó que en enero publicaron un documento donde hacen el llamado a las autoridades y aterrizar compromisos.
“Llegamos a acuerdos muy interesantes, por ejemplo, seguir promoviendo en la sociedad una conciencia del valor del migrante y su dignidad humana, porque hay veces para algunos como que es molesta la presencia de inmigrantes y no hay que olvidar que son seres humanos como nosotros y que, además, traen dramas muy grandes y que en lugar de rechazarlos hay que tenderles la mano y por otro lado nos comprometimos a una más estrecha colaboración entre las diócesis vecinas”, recalcó.
Se busca trabajar de forma coordinada con las Diócesis de Brownsville, que abarca McAllen y varias partes de Texas, y también con Reynosa, que forma parte de esta Diócesis de Matamoros, en apoyo a los migrantes.