La ‘Enfermedad de Desgaste Crónico’ (CWD, por sus siglas en inglés) ha penetrado en Yellowstone, el emblemático parque nacional de Wyoming, generando inquietud sobre la posibilidad de que esta afección, apodada la ‘Enfermedad Zombie’ por sus impactos en los ciervos, pueda trascender las barreras de especies y aumentar las preocupaciones sobre una eventual catástrofe.
El hallazgo del primer caso confirmado de CWD en Yellowstone ha desatado una alerta pública. Esta enfermedad, causada por priones, ha ido extendiéndose discretamente en América del Norte, afectando principalmente a ciervos, alces y otros miembros de la familia de los cérvidos. Caracterizada por alteraciones en el cerebro y el sistema nervioso de los animales, la CWD ha ganado notoriedad con el sobrenombre de ‘Enfermedad Zombie’. El Dr. Thomas Roffe, veterinario y exjefe de salud animal del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU., destaca que este caso sitúa a la CWD en el centro de atención de manera sin precedentes. Yellowstone, hogar de diversas especies de mamíferos salvajes, se convierte en un vasto laboratorio para observar los efectos de la enfermedad en un ecosistema complejo.
La CWD es considerada una “catástrofe en movimiento lento” según el epidemiólogo Dr. Michael Osterholm. La ausencia de tratamientos o vacunas conocidos, junto con su alta contagiosidad y letalidad, plantea desafíos sustanciales. La inquietud se intensifica debido a la resistencia del patógeno en el medio ambiente, persistiendo durante años y siendo resistente a desinfectantes, formaldehído, radiación e incineración. Además, existe el temor de que la enfermedad pueda saltar a los humanos, ya que ciervos, alces y otros mamíferos infectados podrían transmitirla a ganado, aves e incluso a las personas.
La ausencia actual de casos de “derrame” no garantiza que no pueda ocurrir, evocando paralelismos con la crisis de la EEB (enfermedad de las vacas locas). Con la temporada de caza en curso en EE. UU., los Centros para el Control de Enfermedades y varios estados recomiendan encarecidamente realizar pruebas a los animales cazados y evitar el consumo de carne de cérvidos que muestren signos de enfermedad. Se estima que miles de personas podrían haber consumido carne de ciervos infectados, subrayando la urgencia de medidas preventivas. La confirmación de la presencia de CWD en Yellowstone ha llevado a una revisión de las estrategias de vigilancia.
La virulencia de la enfermedad se ve afectada por la densidad de población de animales, siendo especialmente problemática la práctica de la alimentación artificial de la vida silvestre. Los expertos subrayan la necesidad de tomar medidas urgentes para frenar la propagación, lo que incluye reconsiderar prácticas controvertidas como la alimentación artificial.