A mediados de 2023, un empresario estadounidense fue condenado por su participación en un elaborado plan de importación de precursores químicos desde Asia a México, con el propósito de producir metanfetamina a través de la utilización de empresas ficticias. Javier Algredo Vázquez orquestó el tráfico de toneladas de precursores químicos procedentes de China, India y Turquía hacia Estados Unidos, empleando una red de compañías aparentemente legítimas que conectaban con México.
De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, Algredo inició sus operaciones aproximadamente en 2011. Durante una década, mantuvo una colaboración directa con el Cártel Jalisco Nueva Generación hasta su arresto a mediados de 2021 por las autoridades estadounidenses. Sus cargamentos se dirigían a dos puntos estratégicos en México: el Puerto de Veracruz y el Puerto de Manzanillo en Colima.
La Administración para el Control de Drogas (DEA) inició una investigación sobre esta red, la cual estaba liderada por tres individuos y hacía uso de empresas legítimas como fachadas para adquirir productos químicos en Asia, tales como ácido acético, ácido cítrico y cloruro de metilamonio. Estos precursores eran importados primero a Estados Unidos y, posteriormente, a México para la producción de metanfetamina, la cual regresaba a Estados Unidos.
Para llevar a cabo la investigación, las autoridades estadounidenses utilizaron un informante colaborador, quien resultó ser un exoperador del Cártel Jalisco Nueva Generación y que identificó a Algredo como un miembro activo del cártel. Este informante afirmó haber conocido personalmente a Algredo entre 2013 y 2014 en Guadalajara, Jalisco.
Además, otra fuente colaboradora dentro del cártel, que también trabajaba directamente con la DEA, reveló que se encontró con Algredo en el rancho que éste poseía en Puente Grande, Jalisco, donde le ofreció la venta de “dulce” y “loquera”, así como precursores químicos. Algredo incluso le mostró el laboratorio de metanfetamina que operaba en su propiedad y ofreció proporcionar precursores de manera gratuita a cambio de que la fuente colaboradora manejara su laboratorio.
Los fiscales estadounidenses descubrieron que Algredo estaba al mando de la empresa Pro Chemie New York Inc, la cual se conectó directamente con varios envíos de precursores que formaban parte del esquema utilizado para la producción y el tráfico de drogas en el que Algredo y el Cártel Jalisco Nueva Generación estaban involucrados.