Washington D.C. – Este jueves, la Catedral Nacional de Washington fue el escenario de un emotivo funeral para Jimmy Carter, el 39º presidente de los Estados Unidos, quien falleció recientemente tras una vida dedicada al servicio público y los derechos humanos. Durante dos días previos, miles de ciudadanos acudieron a la Rotonda del Capitolio para rendir homenaje al expresidente, soportando largas filas y temperaturas gélidas en señal de respeto y gratitud.
Carter, considerado un “outsider” incluso durante su tiempo en el Despacho Oval, fue recordado como un líder que puso la honestidad y los valores éticos por encima de la política tradicional. La ceremonia en la Catedral reunió a líderes de diversas generaciones, marcando un raro momento de unidad en un país profundamente polarizado.
El presidente Joe Biden, quien fue el primer senador en activo en respaldar la campaña presidencial de Carter en 1976, ofreció una emotiva elegía, destacando su legado como un demócrata íntegro y un servidor incansable de los más vulnerables. “Jimmy Carter nos enseñó que el poder puede y debe utilizarse para la compasión”, afirmó Biden, a solo 11 días de dejar su cargo como presidente.
Entre los asistentes se encontraban todos los sucesores vivos de Carter, incluidos Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y el presidente electo Donald Trump, quien había visitado la capilla ardiente el día anterior. Sin embargo, la ausencia de la exprimera dama Michelle Obama fue notable, aunque no se ofrecieron explicaciones oficiales al respecto.
La reunión de expresidentes y líderes políticos de distintos partidos generó un momento de cortesía y solemnidad que destacó en medio del clima de división que vive la nación. Carter será enterrado en su pequeña ciudad natal de Plains, Georgia, donde se celebrará un segundo servicio en honor a su vida y legado.
Jimmy Carter deja tras de sí un legado de humildad, humanidad y compromiso con la justicia social, marcando un ejemplo para generaciones futuras.
Imágen cortesía: El País
