El papa Francisco, de 88 años, continúa su lenta recuperación tras más de un mes de hospitalización en el Policlínico Gemelli. Por primera vez, el pontífice logró dormir sin necesidad de ventilación mecánica no invasiva, aunque sigue recibiendo oxígeno mediante cánulas nasales.
Fuentes del Vaticano calificaron este avance como un “buen paso”, aunque con prudencia, ya que su estado de salud sigue siendo complejo, aunque estable. Su terapia incluye fisioterapia respiratoria y motora, además de tratamiento farmacológico.
Mientras tanto, se mantiene la incertidumbre sobre su posible encuentro con los reyes del Reino Unido, Carlos III y Camila, previsto para el 8 de abril en el Vaticano. La reunión dependerá de la evolución de la salud del pontífice en los próximos días.