Desde que el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva el 4 de junio que limita drásticamente las solicitudes de asilo en la frontera con México, Estados Unidos ha devuelto a más de 92,000 migrantes a más de 130 países. Esta medida ha tenido un impacto significativo en las operaciones fronterizas, según un comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
La nueva política ha contribuido a una disminución del 32% en las detenciones de migrantes en la frontera sur en julio en comparación con el mes anterior, marcando el descenso mensual más bajo desde septiembre de 2020. La CBP informó que, como resultado de las directrices migratorias actualizadas, se ha observado un aumento en el número de expulsiones y devoluciones, y una reducción en el número de migrantes liberados en EE.UU. mientras esperan procedimientos de expulsión.
La orden de Biden ha establecido criterios más estrictos para las solicitudes de asilo, permitiendo la deportación de quienes no cumplen con estos requisitos cuando se supera el promedio de 2,500 detenciones diarias en un periodo de siete días. Desde la implementación de la orden, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha llevado a cabo más de 300 vuelos internacionales para repatriar a migrantes.
Esta política refleja un endurecimiento en la gestión de la frontera y un enfoque más restrictivo en el manejo de las solicitudes de asilo, con el objetivo de reducir el número de migrantes que permanecen en EE.UU. durante el proceso de sus casos de asilo.