El gobierno de Estados Unidos alcanzó un nuevo récord en deportaciones de inmigrantes, superando las cifras previas y llegando a un total de 271,484 deportaciones durante el año fiscal 2024, según informó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Este número representa más del doble de las deportaciones realizadas en el periodo anterior y supera el récord establecido por la administración de Donald Trump en 2019.
El informe anual publicado este jueves detalla que, durante el último año fiscal, las deportaciones se extendieron a un total de 192 países. Este dato subraya la magnitud del esfuerzo migratorio del gobierno de Joe Biden, que en su primer año fiscal (2021) deportó a 59,011 personas y a 72,177 en 2022.
La cifra de 271,484 deportaciones de 2024 no solo marca un aumento significativo respecto a años anteriores, sino que también coloca a la administración de Biden por encima de las 267,258 deportaciones realizadas por Trump en 2019, un año considerado como uno de los picos más altos en expulsiones migratorias durante su presidencia.
Si bien Biden había prometido implementar políticas migratorias más humanitarias al asumir el cargo en 2021, las estadísticas de deportaciones reflejan la compleja realidad de la gestión fronteriza y las políticas de seguridad nacional que siguen marcando la agenda de su gobierno.
El aumento de deportaciones ha generado reacciones encontradas. Por un lado, ha sido respaldado por quienes abogan por el control estricto de la inmigración irregular, mientras que, por otro, ha sido criticado por defensores de los derechos humanos, quienes señalan las condiciones difíciles que enfrentan los migrantes deportados y la necesidad de un enfoque más compasivo hacia quienes buscan asilo o mejores oportunidades en Estados Unidos.
En este contexto, el debate sobre la reforma migratoria y la forma en que el país maneja la inmigración continua siendo uno de los temas más polarizadores en la política estadounidense.
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