En una señal de creciente impaciencia, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, advirtió este viernes que Washington podría retirarse del proceso diplomático para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania si no se logran avances significativos en los próximos días.
Desde la capital francesa, y tras una ronda de conversaciones que involucró a funcionarios estadounidenses, ucranianos y europeos, Rubio reconoció que hubo progresos hacia un posible acuerdo, pero dejó claro que el margen de maniobra se está agotando.
“Estamos llegando a un punto en que tenemos que decidir si esto es siquiera posible o no”, afirmó el secretario a la prensa al concluir las reuniones. “Porque si no lo es, entonces creo que simplemente vamos a dar vuelta a la página”.
Las declaraciones se producen en un momento crítico, ya que la próxima semana está prevista una nueva reunión en Londres, considerada clave para definir el futuro de las negociaciones. Rubio adelantó que el resultado de este encuentro podría influir directamente en la continuidad del involucramiento de Estados Unidos en el proceso de paz, una decisión que, según dijo, el gobierno del presidente Donald Trump tomará “en cuestión de días”.
Además del componente diplomático, Washington y Kiev han avanzado en un acuerdo paralelo relacionado con minerales estratégicos, vinculado al interés de Trump en asegurar retornos sobre la millonaria asistencia militar enviada a Ucrania desde la invasión rusa en 2022.
El mensaje de Rubio añade presión sobre Moscú y Kiev, al tiempo que reconfigura el tablero de la diplomacia internacional en uno de los conflictos más prolongados y complejos del escenario global.