En su primer acto de campaña al aire libre desde el intento de asesinato del mes pasado, el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, se presentó el miércoles en Carolina del Norte con medidas de seguridad extraordinarias. El evento, centrado en la seguridad nacional, se llevó a cabo detrás de un cristal antibalas que rodeaba el escenario, como parte de un refuerzo en las medidas de protección tras el ataque del 13 de julio en Pensilvania.
El área del evento estaba fortificada con contenedores de almacenaje apilados para crear barreras adicionales y limitar la visibilidad, mientras francotiradores vigilaban desde los tejados cercanos. En el fondo, se podían ver viejas aeronaves y una enorme bandera estadounidense colgaba de grúas.
Este acto forma parte de una semana de campaña en la que Trump busca contrarrestar la Convención Nacional Demócrata en Chicago. Sus aliados le han aconsejado centrarse en temas políticos en lugar de en ataques personales contra Kamala Harris, especialmente tras la salida de Joe Biden de la contienda.